A mis 77 años no padezco de Alzheimer, pero no logro comunicarme directamente con los funcionarios que forman parte administrativa de un recurso, el mas valioso que, somos nosotros los derechohabientes.
Desde 1946 para llegar a ser servidor público tuve que presentar mis servicios en el Hospital de la Mujer como ayudante, del ayudante, del ayudante del auxiliar del enfermero, haciendo un trabajo de alto riesgo como era el limpiar, curar o sencillamente en forma paliativa darle un consuelo médico, en manos de un incipiente púber a las mujeres enfermas de enfermedades venéreas dedicadas a la prostitución. El trabajo era meritorio y recibí una enseñanza en la práctica y ésta me hizo tener una consciencia de servicios para mis semejantes
No hay comentarios:
Publicar un comentario