domingo, 23 de marzo de 2008















Oleo: “LA PIEDAD” de Manolo Gallardo
AGONÍA
Angustia por el secuestro en una calle vacía
Grieta en el alma, piel rasgada, harapos rotos
Orgía de sangre derramada en la calle
Nazareno secuestrado de la covacha
Intenso frío, tiemblan de miedo sus vecinos
Anónimos testigos del hábeas corpus
Agonía exhibición personal
Malas almas que se amparan
en la penumbra de la noche
En conspirativa secta encapuchados
Con un cristo negro, sobre el paño morado
Con candelas negras de tenue luz
“LA COFRADÍA DE LA CAJA NEGRA”
El marco de la reunión de los gestores
De los portadores de la fé
congreso de la muerte.
Cada uno de ellos lleva un rosario
Con las cuentas de lágrimas de San Francisco
Rezan por la salvación de sus almas.
Las almas negras
De los escuadrones de la muerte
“buenas noches te dé Dios hijo mío”
Con tono grave los recibe el juez
Del sagrado tribunal de la Cofradía
“La Cofradía de la Muerte”
Con las manos contrictas, huesudas,
Enjoyadas en el dedo anular el distintivo
De su “orden” una orden religiosa
Que del asesinato nace su credo
“se revisan los hechos”
... Y escriben las nuevas listas
Repasan las tareas
Conspiradores contra la vida humana
Inquisidores que se ocultan
En la bóveda del santuario.
Los cantos gregorianos en el eco de las naves
Entre el aletear de palomas
... Y cantos de palomas de iglesia
Calendarios de fechas marcadas
Con el nombre con la sangre del mártir
Las cifras aumentan
Los crespones negros aumentan ...
Los muertos, los huérfanos,
... Y las viudas
... Y las dolorosas madres en la misa
Las misas y los entierros
Los asesinatos
Las torturas
Los torturados, la agonía
Se multiplican las marchas
Las marchas fúnebres
Las marchas con pancartas en las calles
Los sudarios y las sábanas manchadas de sangre
Los justos no aparecen
Los justos aparecen destrozados
Aparecen mutilados
... y torturados en los basurales
Las cruces que se esparcen en los llanos
En los campos como flores silvestres
Manifestación de repudio
Acciones solidarias de protestas
Marchas con un clavel en una mano
... Y unos trapos ensangrentados en la otra
Enfrente de la iglesia de San Francisco
En la Sexta Avenida,
Frente al Palacio de la Policía
Se reprime la marcha, se golpean
... Y se capturan los que serán
Nuevos desaparecidos.
Los glosarios y las fosas comunes,
Crecen las voces, los puños alzados
Se multiplican en la avalancha humana
Que no les importa aumentar la lista
La lista de los capturados
De los asesinados
En los calvarios de la patria ensangrentada
... Y morir bajo las balas
De la banda de cristeros criminales
O morir en la tortura del negro potro inquisitorial
Pasar a “la tigrera” de la Catorce calle
A los sótanos, a las bóvedas obscuras
A las catacumbas de los secuestrados
A las celdas de castigos de la lujuria inquisitorial
Las misas negras de las almas negras
Las preside el obispo
El purpurado que da la bendición
de las nuevas listas negras
Capellán de los ejércitos mercenarios
Pastor de los torturadores.
Con su confesor de los penitentes confesados
En la conjura tenebrosa de la caja negra
De la “Cofradía de la Caja Negra”
De los “Escuadrones de la Muerte”
Solo con matar a cien
Pasé capturado y baje por esta escalinata
Alcancé a leer “Solo con matar a cien”
entrando a “la tigrera” del Primer Toro
Agonía
La confesión sacada
Con los métodos mas siniestros
Sangran las llagas de los torturados
Brotan las lágrimas
En las estaciones de los rosarios sangrantes
En las manos criminales se escurren las cuentas
Golpes de baquetas
Repicar de campanarios solitarios
Rezos de novenarios
Sirios blancos de cera virgen
Altar de flores blancas
flores de muerto, crespones negros
La foto del mártir cuelga en la sala humilde
El luto de la madre
El luto del padre
El luto de los deudos
La lista se va abultando
En el concepto de los asesinos.
“Sólo con matar a cien
Se acaban los bochinches”
“Sólo con matar a cien
Se acaban las huelgas”
“Sólo con matar a cien
Se acaban las manifestaciones”
“Sólo con matar a cien
De los comunitas seleccionados
Se acobardan los otros cien
De los comunistas amotinados”
“Sólo con matar a cien de los comunistas”
“Sólo con matar a cien ...”
... Y la cuenta va creciendo
A mas de cien asesinatos, a miles ... (¿?)
... Y las cruces se multiplican
... Y las osamentas cubren los campos
... Y las manchas de sangre de los dirigentes
está por todas partes
La sangre digna se mezcla con los maizales
... Y los pavimentos de las calles manchadas
... Y en los caminos rurales, en los estravíos
En los charcos, en las lagunas, en los ríos
En el barranco de las vacas
Aparecen los “suicidados” con huellas de tortura
Sus cuerpos quemados, sus manos mutiladas
Sus pies quemados llenos de llagas
... Y cicatrices de tortura
... Y la unidad de la lucha se prolonga
No sólo en los rosarios
Nace en los contactos amorosos
De los amantes de la patria
Las mujeres van a parir a los combatientes
... Y en la tortura la harán abortar a garrotazos
De cada muerto nacerá una nueva cédula combatiente
De cada crespón negro de luto
Nacerá una bandera roja y negra
Negra como el luto del pueblo
Roja como la sangre derramada
“Sólo con matar a cien
se rezaran mas rosarios de luto negro”
No dejaremos que el Octubre Negro
Nos hunda en la violencia
De los crespones negros
Nacerán las mariposas de vuelos
Las mariposas de vuelos libres
Libres canciones de alegría
De libertad entre maizales
Donde los masacrados surgirán
De los cementerios clandestinos
... Y flores silvestres
Con la sangre roja germinará
Una nueva patria sin misas negras
Sin almas negras, malas almas negras
Clandestinas, sectarias,
Escuadrones de la muerte de la caja negra
En “La Cofradía de la Muerte”
Que en la oscuridad de las morgues se santifiquen
Con la señal de la cruz manchada de sangre mártir
De miles
De humanos combatientes
Mujeres, niños, hombres
Dirigentes combatientes
Anónimos de todas las clases
Campesinos, estudiantes, sacerdotes, militares, obreros
En la nueva madrugada de la patria liberada
De la patria proletaria
Libre al viento en la nueva aurora proletaria
¡A vencer o morir por Guatemala!
En mi AGONIA. Así salió
este testimonio en mi Underwood encarcelada.
MOIEVA
EL FUEGO INQUISITORIAL
El fuego inquisitorial de sus mentes;
La diatriba fascistoide sectaria,
Sus sectarios métodos satanizadores,
... Y todo el concurso de su impotencia
Quieren encender la pira funeraria.
Quemar con sus lenguas, asistir a funerales
Hacer del pleno misa negra
¿despellejarme en ausencia?
Dogmatismo de su clase desclasados
Lumpen del proletariado seudo dirigente
“Me cuelgan el San Benito” de agente de la CIA
¿¡dónde están las piedras de los justos!?........(¡!)
Peques, parasitarios
Mediocres lumpen rabanitos
¡cuidado con el intento que me muera!.
Que la espada de la intriga tiene dos filos
... Y sus cabezas se caen en el mismo tajo
Que vergüenza la de ustedes ¡Que carajo!
El decirse compañeros, el nombrarte camarada
Desclazado, panfletario de la burguesía.
MOIEVA

1 comentario:

Ignacio Bermejo dijo...

No me extraña nada que nadie comente nada. Ante una tragedia como esta sólo cabe el silencio, el silencio como homenaje, el silencio como protesta, el silencio como el mayo tributo al respeto de los muertos y de las víctimas.